domingo, 28 de agosto de 2011

Uno más.

No saber apreciar algo hasta que te falta, utópico, lo sé. Echar en falta una palabra amable cuando la necesitas puede destrozarte por dentro y hoy más que nunca lo he comprobado. Puedo decir que después de varias semanas de relativa estabilidad he vuelto a sumergirme en las profundidades del pozo y lo veo todo jodidamente negro. Estoy esperando a alguien que venga y me saque aún sabiendo que no aparecerá y que como siempre tendré que salir sola, pero no me preocupa, ya no, he salido mucha veces sin ayuda. ¿Sabéis? Odio tener que venir aquí a desahogarme sin dejar nada en claro, y creedme que no lo hago por no tener a nadie, simplemente soy así, solitaria, desconfiada hasta la médula.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Reina del hielo, así es, fría.


¿Conoces ese querer y no poder? ¿Esa inseguridad tan molesta que surge cada vez que hay que tomar una decisión? Ella también la conoce, por supuesto, la conoce muy de cerca además, ese saber la solución y no poder llegar a ella o el simple hecho de desconocer como carajos conseguir lo que se quiere, el no poder salvar un obstáculo la exaspera. Le gusta manejar la situación, sentirse dueña y poder predecir el rumbo de la misma la hace poderosa, el conseguir lo que desea, pues es muy tozuda y nunca aceptará un no por respuesta. No hay cuestión que se le resista.
Sinceridad es su nombre de pila, pura, férrea y cruel, no le van las medias tintas.
Le cuesta abrirse ya que, aunque muchos lo ignoran, guarda un tesoro de dudosa firmeza, delicado cual rocío nocturno descubierto por unos pocos al amanecer en su interior, inigualable y único, nunca visto, del cual solo algunos son merecedores. Sería un crimen atroz exponerlo todo a la humanidad, arriesgarlo todo por nada. Y es que en estos tiempos que corren, ya no sabes de quien puedes fiarte, ya no sabemos distinguir entre cuerdos y locos, y ella mejor que nadie, lo sabe. Solo es una niña con mentalidad de guerrera. Ave nocturna, acecha en la noche, preparando sus movimientos.
Demuestra entereza, frialdad y es que se separa de su coraza en muy contadas ocasiones. Diosa del invierno, esa es su estación, pues puede ocultarse bajo su ropa y sentir como el frío intenta traspasar su fortaleza impenetrable sin éxito, sintiéndose entonces segura.
Rebelde y única, no le gusta lo cotidiano, ama ser el centro de atención y en ocasiones se siente ignorada, débil, frágil sola y rodeada de gente. Cree que nadie la conoce realmente y eso la confunde. Odia desmoronarse y sentirse vulnerable, sueña con tener a alguien con quien contar, un igual con quien reír, llorar y ahogar las penas, alguien capaz de escucharla sin juzgarla, alguien que sepa tratarla como se merece cuando lo necesita. Ansía cariño y comprensión, pero su orgullo y rebeldía le impiden buscarlos. Sobrevive como puede sin pedir ayuda y añorando que se la ofrezcan solo para poder rechazarla y así sentirse autosuficiente.
La melancolía la inunda por momentos, sabe disfrutar de sí misma, de su soledad. Profunda, su interior es un paraje de insospechadas dimensiones. Sencilla y complicada al mismo tiempo, teme implicarse demasiado y desilusionarse.
Quiere pruebas palpables, no le valen solo las palabras a no ser que estén escritas, soñando con la libertad del alma intenta capturar los momentos, instantáneas de su vida que poblan su mente, fotogramas que hacen perdurar esos instantes y su compleja belleza. Y es que solo ella sabe apreciar la belleza donde otros no son capaces de verla, es perfecta a su manera. Pocos saben distinguir lo cotidiano de lo inusual y ella amigos míos, ella es rara en su especie, escasa, criatura en peligro de extinción que se encuentra infravalorada. Aprende a amarla y te ganarás su respeto.