domingo, 28 de agosto de 2011

Uno más.

No saber apreciar algo hasta que te falta, utópico, lo sé. Echar en falta una palabra amable cuando la necesitas puede destrozarte por dentro y hoy más que nunca lo he comprobado. Puedo decir que después de varias semanas de relativa estabilidad he vuelto a sumergirme en las profundidades del pozo y lo veo todo jodidamente negro. Estoy esperando a alguien que venga y me saque aún sabiendo que no aparecerá y que como siempre tendré que salir sola, pero no me preocupa, ya no, he salido mucha veces sin ayuda. ¿Sabéis? Odio tener que venir aquí a desahogarme sin dejar nada en claro, y creedme que no lo hago por no tener a nadie, simplemente soy así, solitaria, desconfiada hasta la médula.

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